sábado, 17 de julio de 2010

Zoé

Desde México nos llega el desembarco de la última sensación del rock independiente. Tras un año 2009 que resultó triunfal en su tierra natal con un notable éxito de crítica y público culminado con premios y nominaciones varias (MTV awards, Grammy Latinos...) este 2010 parece que va a ser el año del desembarco en España.
Y para hacerlo se sirven de un álbum recopilatorio denominado 2001-2010 que incluyen todos sus grandes éxitos incluidos principalmente en sus tres anteriores álbumes (Rocanlover, Memo Rex Commander y Reptilectric) y además, con la colaboración especial de algunas "estrellas" españolas que ponen su granito de arena, bien haciendo duetos de algunos clásicos de la banda (Bunbury, Dorian o Annie B. Sweet) o bien directamente re-escribiendo por completo la canción (notable versión la realizada por Vetusta Morla).




Este álbum recopilatorio, que se trata de mi primer contacto con la banda tiene lo que deberían tener todos los buenos recopilatorios y es una contundencia a toda prueba. La selección es muy compacta y de una calidad altisima. Esto hace que a diferencia de un disco convencional no haya altibajos. Además, la totalidad de las canciones (incluidas las colaboraciones especiales) tienen una homogeneidad que hacen que parezca más que un recopilatorio, un albúm producido de manera conjunta. En cada canción podemos intuir cual es el espíritu del sonido del grupo. Un extraño puré donde encontramos los más variados ingredientes. En sus melodías podemos encontrar rastros de Café Tacuba o Radiohead.



Y con esos ingredientes no puede salir más que un álbum y unas canciones llenas de intensidad y de una producción altamente electrificada e impecable. Y a ese resultado le añadimos un toque de psicodelia y distorsión. En definitivamente, una colección expansiva, luminosa y densa. Toda una maravilla que habrá que seguir de ahora en adelante.
Y en medio del disco se encuentra la joya de la corona.El tema Dead, una canción que es la quinta-esencia del sonido del grupo y que en un increible armazón lleno de complejidad es capaz de ser al mismo tiempo una canción luminosa y claustrofóbica, expansiva y oscura, intensa pero a la vez sencilla. Una canción que se instala en el cerebro y ya no sale. Sin duda la cuadratura del circulo y una de las mejores canciones que he podido escuchar en los últimos tiempos.
Una banda sin duda a seguir y que produce un poquito de envidia ya que parece que en México todavía es posible que una banda adulta y con una propuesta compleja llegue a ser una banda masiva. Nosotros nos conformaremos con seguirles por el circuito independiente español.


sábado, 10 de julio de 2010

(500) días juntos

Si hay algo previsible en el mundo del cine en los últimos años, esas son las comedias románticas americanas. Son previsibles por personajes, por estructura y por concepto. Normalmente, suelen ser bastante neutras y lo habitual es que sea difícil que alguien odie una comedia romántica, pero también que la ame con locura. Desgraciadamente, ese es el legado que nos dejó las películas de Meg Ryan en los 90.
Afortunadamente, en los últimos tiempos, algo se está moviendo en la comedia en Estados Unidos. Gente como Wes Anderson y Judd Apatow llevan ya años dinamitando las estructuras clásicas pero, aunque lo hayan bordeado en algunos títulos, nunca se han atrevido a enfrentarse de cara a la hermana pastel de la comedia.
Es por todo esto de agradecer que Marc Webb se haya atrevido a hacerlo a través de su original y fresca propuesta.



Y además de original y fresca, nos encontramos con una película 100% honesta porque, desde el primer segundo del film, no engaña a nadie adelantándonos que se trata de la clásica película de chico conoce a chica. Y de eso se trata. De la historia cien veces contada de chico conoce a chica, a chico le gusta chica y la intenta conquistar. Y la pregunta del millón es, ¿Cómo ser original cuando la historia que vas a contar ha sido contada mil veces? Marc Webb lo encuentra a través de la narración dejando a un lado la linealidad y contándonos la historia a saltos. De delante a atrás y vuelta. Y lo más interesante es que de esa manera, contrapone de un plano a otro momentos muy lejanos en el tiempo que, sin embargo, tienen fuertes paralelismos. Esta situación no solo provoca situaciones divertidas, si no que, sobre todo, propicia una reflexión bastante más madura de lo que aparenta sobre que es el amor y cuales son los mecanismos del enamoramiento.


Si a esta originalidad le añadimos unos actores frescos, con una Zooey Deschanel simplemente adorable (aunque en su vertiente caótica funcione un poquito peor), una multitud de referencias culturales de la generación de los 80 (a la que un servidor pertenece) con el protagonismo estelar de Morrisey y sus Smiths y una cinefilia que nos permite viajar por todos los géneros, desde el musical al cine de arte y ensayo con un divertido y bonito homenaje a la Nouvelle Vague lo que nos sale es un entretenimiento adulto que permite ser vista por una parte como una divertida comedia y por otra como una reflexión sobre el amor y sus peligrosos efectos secundarios.

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(500) days of summer (2.009)
Dirección: Marc Webb
Guión: Scott Neustadter, Michael H. Weber
Fotografía: Eric Steelberg
Montaje: Allan Edward Bell
Música: Mychael Danna, Rob Simonsen
Interpretes: Joseph Gordon-Levitt, Zooey Deschanel, Geoffrey Arend, Chloe Moretz