domingo, 20 de diciembre de 2009

Los Abrazos Rotos

Son pocas las películas de Pedro Almodóvar que realmente me llenen. Las hay graciosas, otras trascendentes o incluso algunas aburridas, pero realmente casi siempre me dejan una sensación agridulce. Realmente solo dos me habían parecido realmente redondas (La Flor de mi secreto y, sobre todo, Hable con ella). Pues bien, probablemente Los abrazos Rotos pueda ser la tercera.

El primer elemento curioso en esto es que Almodóvar me parece muchísimo más interesante cuando hace lo que no suele, esto es, hablar de hombres.
Una de las cosas que menos me gustan del director manchego es su "folclorismo" excéntrico que, por algún designio, cuando la historia pasa a ser contada desde la perspectiva de un hombre, desaparece. Celebremos, pues, que Los Abrazos Rotos esta contada desde la perspectiva de un director de cine que, obviamente, todos imaginamos el alter ego del director real.
Otro punto importante es que Los Abrazos Rotos, como casi todas las grandes películas de Almodóvar es una película sobre la obsesión de un hombre por una mujer. Si bien en este caso, la obsesión se multiplica por dos (Lluis Homar y José Luis Gómez).


El segundo elemento curioso y destacable es que parece haber encontrado el director el objeto de deseo a su medida, Penélope Cruz. En ninguna otra película esta tan bien como en las del manchego. En ninguna otra película está más radiante y hermosa que en Los Abrazos Rotos. Penélope borda un difícil personaje (por las imprecisiones del guión) y sobre todo, deslumbra por su presencia y belleza. Los últimos minutos de la película, como protagonista de "Chicas y maletas" consiguen resucitar de entre los muertos a la mismísima Audrey Hepburn. Simplemente, está deslumbrante.


Menos creíble tal vez es el triángulo amoroso que forma con Homar y Gómez. A pesar del enorme talento y esfuerzo de ambos, realmente falta una química que podría haber lanzado la película hasta el infinito. En todo caso, esa pequeña cojera se compensa con un, como siempre, deslumbrante y brillante reparto (impecables Blanca Portillo o Lola Dueñas por ejemplo). Es lo que tiene llamarse Pedro Almodovar, que todos y todas quieren trabajar contigo.
Con todo ello queda una misteriosa y magnética película que consigue algunos momentos de una gran cinefilia y una extrema belleza. A destacar Las resonancias con la escena en Pompeya de la Bergman en la maravillosa "Te querré siempre" (y que el propio Almodóvar se ha molestado en enseñarnos minutos antes) con el poético y hermoso plano de Homar acariciando la pantalla de una televisión que le enfrenta a una imagen congelada del pasado. En él se resume la película, en el se resume, la obsesión, el deseo y el dolor que encierra.
En definitiva, probablemente la mejor película de Almodóvar junto a Hable con ella. Con todas sus virtudes, la potencia visual, el retrato de la pasión y el deseo, la brillante dirección de actores. Y todos sus defectos, como cierto esteticismo "arty" o cierta blandura en las historias periféricas.
En todo caso, Pedro sigue estando a años luz de la media del cine español, te guste o no. Por riesgo, por poderío visual y sobre todo, porque, como los grandes directores, tiene un universo própio e instransferible que es reconocible en cada plano de sus películas. Así que, si hay que ver una película española, Los Abrazos Rotos no es una mala opción.

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Los Abrazos Rotos (2.009)
Guión y Dirección: Pedro Almodovar
Fotografía: Rodrigo Prieto
Montaje: José Salcedo
Música: Alberto Iglesias
Interpretes: Penélope Cruz, Lluís Homar, Blanca Portillo, José Luis Gómez

2 comentarios:

Pichu dijo...

Mira, por una vez voy a estar de acuerdo contigo Antonio... :-)

Moon dijo...

No voy a leer esta entrada porque es una peli que aún tengo en mi lista... Sin ver, claro. Cuando la vea vuelvo.