sábado, 25 de junio de 2011

El arbol de la vida

Hay algunas veces, muy pocas, en la que la mera contemplación de una obra artística concreta tiene un carácter absolutamente iluminador. De repente, su observación te resulta tan esclarecedora que mueve tu conciencia y, sobre todo, tu percepción del arte en general. Por eso, cuando uno ve desfilar delante de sus ojos la sucesión de imágenes que componen El Árbol de la Vida uno se da cuenta de que lo que está viendo no es simplemente otra película más.
Mientras observaba en la oscuridad de la sala de cine la poderosa mezcolanza de imagen y sonido que componen el film creo que, por un momento, pude entender lo que pudieron sentir las personas que en su momento observaron por primera vez "Las Señoritas de Avignon" o aquellos que descubrieron a Kandinski. El Arbol de la Vida empequeñece al resto del cine y lo empequeñece porque, de repente, te permite verlo desde otra perspectiva, alejarte de él y darte cuenta de que visto desde esa distancia, el resto del cine es un todo homogéneo empequeñecido del que esta película se aleja.
De igual manera que otros locos como Lynch o Weerasethakul han acercado el arte abstracto al cine, Terrence Malick demuestra aquí que en él también tiene cabida la lírica.


Es obvio que esta película no aparece de la nada, si no que es la culminación de un camino que Malick comenzó hace casi 40 años con "Malas Tierras". Todos los rasgos que caracterizan El Árbol de la Vida se pueden rastrear en sus anteriores películas, pero la observación de éste, su último trabajo, tiene un poder esclarecedor que ilumina un camino que en sus anteriores películas pudiera parecer a veces entre penumbras y que le ha llevado a romper de manera gradual y a lo largo de cinco películas con todas las ataduras de la narración convencional cinematográfica. La culminación llega en su película más ambiciosa, tal vez, la más ambiciosa que se recuerda porqué, ¿acaso hay algo más ambicioso que pretender hacer una película que refleje LA VIDA, así en mayúsculas? Lo que permite a la película sobrevivir a la potencial megalomanía es que lo hace a través de la humilde historia de una familia de clase media americana.


En ese retrato, Malick recorre lo que para él es la vida, pero no a través de sus hechos, si no de sus sensaciones y sentimientos. Y es así como la película recoge pequeños pedazos de vida, de miedo, de amor, de soledad, de alegría, de curiosidad y de angustia. Asistimos al crecimiento y formación de una persona, desde su nacimiento, sus primeros pasos, sus primeros miedos y sus primeras emociones. Es imposible generar imágenes más emocionantes y bellas que las que componen esta película. Es imposible no sentirse tocado por ellas.
Ver El Arbol de la Vida es un proceso catártico y tras él, el resto de películas parecen distintas y convencionales. Alejada de todas ellas se encuentra sola esta película, sola e irrepetible. La poesía también existe en el cine.

-------------------------
The Tree of Life (2.011)
Guion y Dirección: Terrence Malick
Fotografía: Emmanuel Lubezki
Musica: Alexandre Desplat
Dirección Artística: David Crank
Interpretes: Brad Pitt, Sean Penn, Jessica Chastain, Hunter McCracken

No hay comentarios: