jueves, 12 de marzo de 2009

Perdidos

Este post va a ser el primero del blog en el que ni voy a hablar de una pelicula, ni de una banda de música... pero bueno, tampoco me alejo tanto porque voy a hablaros de una serie de telévisión. Y que mejor manera de abrir esta nuevo "capítulo" que con Perdidos, seríe mítica, polémica, amada y odiada, todo ello a partes iguales.


La verdad es que nunca he sido un asiduo seguidor de series. Nunca he tenido la paciencia como para aguantar ese ritmo constante que necesitan... y más antes, cuando además tenías que adecuarte a un horario fijo e inamovible. Han sido pocas las series que me han marcado, la verdad. Vi tres temporadas de Los Soprano y la abandoné, Expediente X la seguí algún tiempo pero me cansó... así hasta un largo etcetera.
Realmente la única serie que me ha apasionado de verdad es Twin Peaks, lo que pasa es que claro, David Lynch es otro tema que se merece un post propio :)

En fin, la cosa es que empece a ver Perdidos hace cosa de un año desde el primer episodio (la serie comenzó a emitirse en 2004) y la verdad es que me enganchó desde el momento en que vi abrirse el ojo de Jack Shephard en medio de una isla vestido con su traje casi sin arrugar.
En cosa de tres meses me vi todos los episodios anteriores y desde entonces la sigo capitulo a capitulo siguiendo el ritmo de emisión de la ABC norteamericana.



La pregunta del millón es, ¿Qué tiene de especial Perdidos? Hay mil y una razones por las que creo que se trata de una de las mejores series que se han hecho en la historia de la televisión, pero se podrían resumir en una sola. Es distinta.
Y es distinta por muy diversas razones. En primer lugar, porque tiene una estructura perfectamente diseñada. Y es que ese entramado narrativo no es gratuito ni fortuito. La serie nos cuenta las andanzas de una serie de personajes a los que los avatares del destino les han colocado en medio de una isla desierta. Cuando los conocemos, no sabemos nada de ellos. Será a través de una serie de flash-backs insertados en cada uno de los episodios a través de los cuales vayamos conociendolos. Y claro, esas vivencias pasadas no son gratuitas y te permiten contrastar o remarcar algunas actitudes presentes a partir de acciones pasadas. En fin, básicamente, brillante.
Además, es una serie que se permite el lujo de tomarse su tiempo. A cada personaje se le acaba conociendo perfectamente, con sus fortalezas y debilidades, están perfectamente definidos y son perfectamente reconocibles. Esta es de las pocas series que se puede tomar un episodio entero para que conozcamos porque un personaje tiene miedo a algo, o le gusta otra cosa o porque se comporta de una manera incomprensible a priorí.



Por último, creo que la realización de la serie es sobresaliente. Es una producción 100% cinematográfica con una fotografía, musica y montaje cuidadisimos y que mantiene la homogeneidad a pesar de los varios directores que han pasado por ella. Es como que tiene la firma Lost impregnada.
Todo lo anterior junto logra crear escenas y episodios completos que son obras maestras del audiovisual. Episodios como el episodio Piloto, Through the looking Glass o The Constant son buena prueba de ello.
Podríamos hablar horas sobre si la trama es creible, si es tramposo el planteamiento de sus misterios... pero lo cierto es que sus episodios son hermosos y tienen una intensidad dramatica tremenda. A mi al menos me emocionan y aún hoy me siguen emocionando y conozco a sus personajes como a uno más. Si os atreveis a ver 12-15 episodios... o no la dejareis... o la odiareis para siempre :)

1 comentario:

Morsa dijo...

Creo que somos afortunados de poder estar disfrutándola como lo estamos haciendo... Porque si bien es un gustazo verla de seguido, claro, esa emoción especial de los jueves, de los season finale y esperar seis meses para ver más... eso es algo que solamente se puede vivir en este momento.

Magnífica serie, a mi gusto.