viernes, 24 de abril de 2009

24 hours party people

Cuando veo una pelicula de Michael Winterbottom, a veces no se si es que el tio es muy bueno o es un tio sin personalidad. Me explico, el estilo de este director ingles es precisamente... que no tiene estilo. Es un tío que no tiene firma ni rasgos característicos. Te puedes encontrar con películas de denuncia con una estética casi documental (In this World o Road to Guantanamo), peliculas de ciencia ficción (Código 46), de época (Jude) o dramas con una potencia visual brutal (I want you o Wonderland). Aunque bien pensado, la verdad es que, la mayoría de las veces, me parece que tiene talento :)
Creo que es un talento increible saber dar el tono, tanto estético como rítmico como estilístico a cada historia y Winterbottom casi siempre suele acertar. En este post voy a hablar de la que probablemente es su película más memorable y también la más afamada: 24 Hours Party People.
Y para hablar de ella, teneis que escuchar esto mientras leeis (lo se, lo se, tendría que haber puesto Transmission, pero mis gustos son mis gustos):



24 hours party people es una gran película, en primer lugar porque me parece un espectáculo bien rodado (una estética retro visual muy brillante), bien montado, bien contado y que retrata muy bien toda una época. En segundo lugar, porque la época que retrata resulta que es fascinante. La película trata de contar como surgió, se consolidó y cayó el movimiento músical que surgió a finales de los 70 y que se prolongó hasta finales de los 80 en la ciudad de Manchester y que probablemente ha sido el más influyente de la música contemporanea de los últimos treinta años. Bandas como Happy Mondays, 808 State o The Buzzcocks inventaron una nueva forma de hacer y sentir música que se prolongó en los 80 con bandas tan emblemáticas e influyentes como The Smiths y The Stone Roses. Un movimiento que coincidió con la creación de una nueva forma de vida, la invención de las raves, la popularización de las pastillas y el ácido y teniendo todo ello como epicentro The Hacienda (y el sello Factory Records), la discoteca, templo absoluto de lo que en aquella época se conocía como Madchester. Su rastro fue clave para la concepción de la música electrónica como hoy la conocemos (el house), en la formación de la movida madrileña, los New Romantics o en el movimiento revival post-punk que protagonizan grupos como Interpol o Editors hoy en día


Pero sobre todas las cosas es la época de la que probablemente es la banda más emblemática, mítica e influyente del rock contemporaneo: Joy Division. Pocas veces una banda ha hecho tanto con tan poco ya que su carrera se vio truncada por el suicidio de su cantante, Ian Curtis, a los 23 años y justo cuando comenzaban a saborear el éxito y a punto de comenzar su primera gira por los Estados Unidos (historia que de por si ha dado para una pélicula entera: "Control"). En todo caso, su legado musical lo recogió el resto de la banda para refundarse como New Order, banda fundamental y maravillosa que algún día se merecerán un post entero.

En definitva, película muy recomendable, y no solo por sus valores cinematográficos, que los tiene, sino para entender un poquito que pasó entonces y de donde viene la música británica de hoy en día.
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24 hours party people (2.002)
Dirección: Michael Winterbottom
Guion: Frank Cottrell Boyce
Fotografía: Robby Müller
Interpretes:Steve Coogan, John Thomson, Nigel Pivaro, Lennie James

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